miércoles, 19 de diciembre de 2007

Arte Poética

ARTE POÉTICA de Jorge Luis Borges

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.


Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.


Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,


ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.


A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.


También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.



La poesía vuelve como la aurora y el ocaso. Y así es como espero que vuelve mi poesía, mi inspiración; no debo de recalcar el hecho de que este mes no ha sido el más prolífico de todos, es más que notorio; y en realidad tampoco he estado muy prolífica yo, ni nada de lo que escribo... Bloqueo Artístico o simplemente una mala racha... no me importa mientras pueda terminar la sequía mental y yo pueda escribir de nuevo.
Acerca de este poema... es maravilloso, trata de la más grande pasión de mi vida de una manera tan profunda y bella que no puedo evitar adorarlo. Uno de mis favoritos.
P.D. Adolfo, te prometo escribir más de The Wedding, juro que lo voy a terminar y también Seis Años Después. ¡Lo prometo!

viernes, 30 de noviembre de 2007

Yo no puedo tenerte ni dejarte...

Yo no puedo tenerte ni dejarte… de Sor Juana Inés de la Cruz


Yo no puedo tenerte ni dejarte,
ni sé por qué al dejarte o al tenerte,
se encuentra un no sé qué para quererte,
Y muchos sí sé qué para olvidarte.

Pues ni quieres dejarte ni enmendarte,
yo templaré mi corazón de suerte
que la mitad se incline a aborrecerte,
aunque la otra mitad se incline a amarte.

Si ello es fuerza querernos, haya modo,
que es morir el estar siempre riñendo:
no se hable más en celo ni en sospecha,

y quien da la mitad, no quiera el todo;
y cuando me la estás allá haciendo,
sabe que estoy haciendo la deshecha.



Yo no puedo tenerte ni dejarte... A veces es tan cierto, en realidad la mayoría de las veces... Hace unos días recibí una carta de alguien quien en su momento fue muy importante para mi, por razones nada equívocas nos alejamos y ahora me pide que intentemos regresar a lo que una vez fuimos... esto se me presenta como un gran dilema ¿alejarme o intentar regresar a lo de antes? Esta es la razón principal de este post, de este poema, la contradicción que siento en este momento.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Un Poema de Amor

Un Poema de Amor de Nicolás Guillén

No sé. Lo ignoro.
Desconozco todo el tiempo que anduve
sin encontrarla nuevamente.
¿Tal vez un siglo? Acaso.
Acaso un poco menos: noventa y nueve años.
¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma
un tiempo enorme, enorme, enorme.
Al fin como una rosa súbita,
repentina campánula temblando,
la noticia.
Saber de pronto
que iba a verla otra vez, que la tendría
cerca, tangible, real, como en los sueños.
¡Qué trueno sordo
rodándome en las venas,
estallando allá arriba
bajo mi sangre, en una
nocturna tempestad!
¿Y el hallazgo, en seguida? ¿Y la manera
que nadie comprendiera
que ésa es nuestra propia manera?
Un roce apenas, un contacto eléctrico,
un apretón conspirativo, una mirada,
un palpitar del corazón
gritando, aullando con silenciosa voz.
Después
( Ya lo sabéis desde los quince años )
ese aletear de las palabras presas,
palabras de ojos bajos,
penitenciales,
entre testigos enemigos,
todavía
un amor de "lo amo"
de "usted", de "bien quisiera,
pero es imposible..." De "no podemos,
no, piénselo usted mejor...."
Es un amor así,
es un amor de abismo en primavera,
cortés, cordial, feliz, fatal.
La despedida, luego,
genérica,
en el turbión de los amigos.
Verla partir y amarla como nunca;
seguirla con los ojos,
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,
allá lejos, y aún seguirla
más lejos todavía,
hecha de noche,
de mordedura, beso, insomnio,
veneno, éxtasis, convulsión,
suspiro, sangre, muerte...
Hecha
de esa sustancia conocida
con que amasamos una estrella.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Sólo ausencia

Sólo ausencia de Concha Lagos

Yo seré sólo ausencia cuando gires tu tiempo.
Se te abrirán los libros por páginas de entonces.
Otra vez la ventana con las mismas estrellas,
y otra vez sin quererlo aquella misma calle.

Un lunes, un domingo...
Para cada recuerdo tendrás fechas.
Deja abierta la puerta al pan de cada día.
Cuando gires tu tiempo por árboles del río,
yo seré sólo ausencia.

Escúchale los pasos y tiéndele la mano
a la sombra que copie tu soledad de siempre.




Escúchale los pasos... a la sombra que te seguirá en su soledad siempre... pues en la soledad se encuentra la certeza de que siempre perteneceremos el uno al otro.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Sé que trazaba signos

Sé que trazaba signos de Concha Lagos

Yo no sé si te tuve; esto nunca se sabe.
Sé que trazaba signos con letras de tu nombre.
Que apretaba las manos inquieta contra el pecho
como el que siempre teme perder una medalla.

Estos son los recuerdos mezclados con el humo
de tu cualquier tabaco, de tu cualquier alcohol.

Puedes abrir el libro,
interrumpida en ti volverás a encontrarme.

Sé que trazaba signos con letras de tu nombre.



Nunca tracé signos con tu nombre, los tatué en mi piel cual marca de nacimiento, nunca escuché tu voz cuando hablabas, la oía dentro de mi mientras me soñabas, nunca ansié este momento antes, pero lo vi en mi mente un millón de veces. Hay veces que el silencio es el escudo del amor profundo...

sábado, 3 de noviembre de 2007

Íntima

Íntima de Delmira Agustini

Yo te diré los sueños de mi vida
en lo más hondo de la noche azul...
Mi alma desnuda temblará en tus manos,
sobre tus hombros pesará mi cruz.

Las cumbres de la vida son tan solas,
¡tan solas y tan frías! Yo encerré
mis ansias en mí misma, y toda entera
como una torre de marfil me alcé.

Hoy abriré a tu alma el gran misterio;
ella es capaz de penetrar en mí.
En el silencio hay vértigos de abismos:
yo vacilaba, me sostengo en ti.

Muero de ensueños; beberé en tus fuentes
puras y frescas la verdad; yo sé
que está en el fondo magno de tu pecho
el manantial que vencerá mi sed.

Y sé que en nuestras vidas se produjo
el milagro inefable del reflejo...
En el silencio de la noche mi alma
llega a la tuya como un gran espejo.

¡Imagina el amor que habré soñado
en la tumba glacial de mi silencio!
Más grande que la vida, más que el sueño,
bajo el azur sin fin se sintió preso.

Imagina mi amor, mi amor que quiere
vida imposible, vida sobrehumana,
tú sabes que si pesan, si consumen
alma y sueños de olimpo en carne humana.

Y cuando frente al alma que sentía
poco el azur para bañar sus alas
como un gran horizonte aurisolado
o una playa de luz, se abrió tu alma:

¡Imagina! ¡Estrechar, vivo, radiante
el imposible! ¡La ilusión vivida!
Bendije a Dios, al sol, la flor, el aire,
¡la vida toda porque tú eras vida!

Si con angustia yo compré esta dicha,
¡bendito el llanto que manchó mis ojos!
¡Todas las llagas del pasado ríen
al sol naciente por sus labios rojos!

¡Ah! Tú sabrás mi amor; mas vamos lejos,
a través de la noche florecida;
acá lo humano asusta, acá se oye,
se ve, se siente sin cesar la vida.

Vamos más lejos en la noche, vamos
donde ni un eco repercuta en mí,
como una flor nocturna allá en la sombra
me abriré dulcemente para ti.



Regresé a los poemas de amor... que ironía que en el momento en el que lo que menos pienso es en el amor, es el único poema que me cautiva lo suficiente como para ponerlo en mi blog. A veces de verdad que ni siquiera yo entiendo la complejidad de mi ser...

lunes, 29 de octubre de 2007

Era mi dolor tan alto

Era mi dolor tan alto de Manuel Altolaguirre

Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.

¡Qué pequeños resultaban
los hombres que iban conmigo!
Crecí como una alta llama
de tela blanca y cabellos.

Si derribaran mi frente
los toros bravos saldrían,
luto en desorden, dementes,
contra los cuerpos humanos.

Era mi dolor tan alto,
que miraba al otro mundo
por encima del ocaso.


Me encontré con este poema hace algunas semanas, me encantó.

viernes, 26 de octubre de 2007

Un mar de Lágrimas

Un mar de Lágrimas de Carlos Marzal

Sufrirás. Ya has sufrido.
Tal vez estés sufriendo.
Y aunque sepas por qué (si es que lo sabes),
ese conocimiento no será tu consuelo.

El adiós a los tuyos; el azar,
implacable; la incógnita del cielo,
todo lo que se pierde
hechos y vida abajo, tiempo abajo,
o también vida arriba, hacia lo que te espera,
todo, configura el sabor de tus lágrimas,
un sabor sin sabor, ya que no lo comparte
quien te ha visto sufrir
-no puede compartirlo-,
un sabor que no entiendes,
un cúmulo de lágrimas que trazan,
no sé dónde,
un mar por el que bogan,
y no sé para qué,
inútiles por siempre, inconsolables,
quién sabe desde cuándo,
su alma,
tu alma
y la mía.


Acabo de descubrir este poema, de nuevo no es de amor; y me gusta, mucho. No sé que más decir, me hace pensar, me hace reflexionar, me hace dudar, me hace ser...

lunes, 15 de octubre de 2007

La Cogida y la Muerte

LA COGIDA Y LA MUERTE de Federico García Lorca


A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
A las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
A las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
A las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
A las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
A las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
A las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
A las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones del bordón
A las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
A las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
A las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
A las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
A las cinco de la tarde,
Cuando la plaza se cubrió de yodo
A las cinco de la tarde,
La muerte puso huevos en la herida
A las cinco de la tarde:
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama
A las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
A las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
A las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
A las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
A las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
A las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
A las cinco de la tarde.
Y el gentío rompía las ventanas
A las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!


A petición de mi más fiel lector, Adolfo, he decidido no postear poemas de amor durante algún tiempo, aunque siguen siendo los de mi temática favorita quizás tiene razón y sería mejor considerar y revisar otras opciones. Acerca de este poema... en una clase de literatura nos pusieron una pelicula acerca de la vida de Lorca, la pelicula abría con el protagonista narrando este poema, me cautivó desde la primera palabra que escuché; es lo único que puedo decir.

viernes, 12 de octubre de 2007

Antes de Amarnos

ANTES DE AMARNOS de Lina Zerón

¿Qué fuimos antes de amarnos?
¿Quién eras tú?
¿Y yo quien era?
Fría lumbre en los labios contenida,
rígido corazón opaco,
áspero fruto mi vientre,
ligero ropaje de verano tu mirada.

Ahora que nos amamos...
fuego somos donde mariposas se suicidan,
cuerpos de luz,
piel ardiendo en rojas llamas,
hechizo inacabable.

Unidas en el mismo cuerpo sombras somos,
sueños revelados en poemas,
atraídas mareas por la luna,
enormes olas de amores fatigadas.

Ahora que te amo...
un insecto que nace en las mañanas
y muere por la tarde entre tus muslos soy,
suspendidas gotas de placer,
suspiro de Sol en el cenit,
sirena de agua dulce,
develada estrella bajo tu cuerpo.

Ahora que tú me amas...
eres símbolo de alianza entre los dioses,
amuleto colgando de mi cuello,
turbulenta agua con que mis flores riego,
lámpara que guía a los ciegos soy.

Ahora que nos amamos...
somos raíces cálidas de la tierra.


Me encantó este poema, no sé que más decir de él, es hermoso, es sexy y es justo como me gustaría sentirme hoy.

domingo, 30 de septiembre de 2007

El Amor duerme en el pecho del Poeta

El Amor duerme en el pecho del Poeta de Federico García Lorca

Tú nunca entenderás lo que te quiero
Porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
Por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
Traspasa ya mi pecho dolorido
Y las turbias palabras han mordido
Las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
Esperando tu cuerpo y mi agonía
En caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!


Más Lorca... Nolo puedo evitar, al final de todo siempre recurro a Lorca, sea en un soneto obra de teatro o simplemente a él... su vida, su obra. Todo Lorca me cautiva... Siempre.

martes, 25 de septiembre de 2007

A una Ramera

A UNA RAMERA de Antonio Plaza

Vitium in corde est idolum in altare
San Jerónimo

I
Mujer preciosa para el bien nacida,
mujer preciosa por mi mal hallada,
perla del solio del Señor caída
y en albañal inmundo sepultada;
cándida rosa en el Edén crecida
y por manos infames deshojada;
cisne de cuello alabastrino y blando
en indecente bacanal cantando.

II
Objeto vil de mi pasión sublime,
ramera infame a quien el alma adora.
¿Por qué ese Dios ha colocado, dime
el candor en tu faz engañadora?
¿Por qué el reflejo de su gloria imprime
en tu dulce mirar? ¿Por qué atesora
hechizos mil en tu redondo seno,
si hay en tu corazón lodo y veneno?

III
Copa de bendición de llanto llena,
do el crimen su ponzoña ha derramado;
ángel que el cielo abandonó sin pena,
y en brazos del demonio ha entregado;
mujer más pura que la luz serena,
más negra que la sombra del pecado,
oye y perdona si al cantarte lloro;
porque, ángel o demonio, yo te adoro.

IV
Por la senda del mundo yo vagaba
indiferente en medio de los seres;
de la virtud y el vicio me burlaba,
me reí del amor, de las mujeres,
que amar a una mujer nunca pensaba;
y hastiado de pesares y placeres
siempre vivió con el amor en guerra
mi ya gastado corazón de tierra.

V
Pero te ví… te ví… ¡Maldita hora
en que te ví, mujer! Dejaste herida
a mi alma que te adora, como adora
el alma que de llanto está nutrida;
horrible sufrimiento me devora,
que hiciste la desgracia de mi vida.
Mas dolor tan inmenso, tan profundo,
no lo cambio, mujer, por todo el mundo.

VI
¿Eres demonio que arrojó el infierno
para abrirme una herida mal cerrada?
¿Eres un ángel que mandó el Eterno
a velar mi existencia infortunada?
¿Este amor tan ardiente, tan interno,
me enaltece, mujer, o me degrada?
No lo sé… no lo sé… yo pierdo el juicio.
¿Eres el vicio tú? … ¡adoro el vicio!

VII
¡Ámame tú también! Seré tu esclavo,
tu pobre perro que doquier te siga;
seré feliz si con mi sangre lavo
tu huella, aunque al seguirte me persiga
ridículo y deshonra; al cabo... al cabo,
nada me importa lo que el mundo diga.
Nada me importa tu manchada historia
si a través de tus ojos veo la gloria.

VIII
Yo mendigo, mujer, y tú ramera,
descalzos por el mundo marcharemos;
que el mundo nos desprecie cuando quiera,
en nuestro amor un mundo encontraremos.
Y si, horrible miseria nos espera,
ni de un rey por el otro la daremos;
que cubiertos de andrajos asquerosos,
dos corazones latirán dichosos.

IX
Un calvario maldito hallé en la vida
en el que mis creencias expiraron,
y al abrirme los hombres una herida,
de odio profundo el alma me llenaron.
Por eso el alma de rencor henchida
odia lo que ellos aman, lo que amaron,
y a ti sola, mujer, a ti yo entrego
todo ese amor que a los mortales niego.

X
Porque nací, mujer, para adorarte
y la vida sin ti me es fastidiosa,
que mi único placer es contemplarte,
aunque tú halles mi pasión odiosa,
yo, nunca, nunca, dejaré de amarte.
Ojalá que tuviera alguna cosa
más que la vida y el honor, más cara
y por ti sin violencia la inmolara.

XI
Sólo tengo una madre. ¡me ama tanto!
sus pechos mi niñez alimentaron,
y mi sed apagó su tierno llanto,
y sus vigilias hombre me formaron.
A ese ángel para mí tan santo,
última fe de creencias que pasaron,
a ese ángel de bondad, ¡quién lo creyera!,
olvido por tu amor… ¡loca ramera!

XII
Sé que tu amor no me dará placeres,
sé que burlas mis grandes sacrificios.
Eres tú la más vil de las mujeres;
conozco tu maldad, tus artificios.
Pero te amo, mujer, te amo como eres;
amo tu perversión, amo tus vicios,
y aunque maldigo el fuego en que me inflamo,
mientras más vil te encuentro, más te amo.

XIII
Quiero besar tu planta a cada instante,
morir contigo de placer beodo;
porque es tuya mi mente delirante,
y tuyo es ¡ay! mi corazón de lodo.
Yo que soy en amores inconstante,
hoy me siento por ti capaz de todo.
Por ti será mi corazón do imperas,
virtuoso, criminal, lo que tú quieras.

XIV
Yo me siento con fuerza muy sobrada,
y hasta un niño me vence sin empeño.
¿Soy águila que duerme encadenada,
o vil gusano que titán me sueño?
Yo no sé si soy mucho, o si soy nada;
si soy átomo grande o dios pequeño;
pero gusano o dios, débil o fuerte,
sólo sé que soy tuyo hasta la muerte.

XV
No me importa lo que eres, lo que has sido,
porque en vez de razón para juzgarte,
yo sólo tengo de ternura henchido
gigante corazón para adorarte.
Seré tu redención, seré tu olvido,
y de ese fango vil vendré a sacarte;
que si los vicios en tu ser se imprimen
mi pasión es más grande que tu crimen.

XVI
Es tu amor nada más lo que ambiciono,
con tu imagen soñando me desvelo;
de tu voz con el eco me emociono,
y por darte la dicha que yo anhelo
si fuera rey, te regalara un trono;
si fuera Dios, te regalara un cielo.
Y si Dios de ese Dios tan grande fuera,
me arrojara a tus plantas, vil ramera.



"El Amor te vuelve idiota" dice el comercial de Sprite, creo que la mejor manera de ejemplificarlo es este poema. Yo también he estado allí y la realidad es que no te das cuenta de lo idiota que te vuelves hasta que estás afuera. La verdad es que preferiría vivr en un mundo de idiotas enamorados, mínimo todos seríamos felices, incluso en nuestra propia miseria.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Soneto XC

Soneto XC de Pablo Neruda

Pensé morir, sentí de cerca el frío,
y de cuanto viví sólo a ti te dejaba:
tu boca eran mi día y mi noche terrestres
y tu piel la república fundada por mis besos.

En ese instante se terminaron los libros,
la amistad, los tesoros sin tregua acumulados,
la casa transparente que tú y yo construimos:
todo dejó de ser, menos tus ojos.

Porque el amor, mientras la vida nos acosa,
es simplemente una ola alta sobre las olas,
pero ay cuando la muerte viene a tocar a la puerta

hay sólo tu mirada para tanto vacío,
sólo tu claridad para no seguir siendo,
sólo tu amor para cerrar la sombra.


Otra vez Neruda...Que se puede decir... Me encanta, todos sus poemas me fascinan, esta vez deo admitir es un poco más oscuro que los que he puesto antes, pero aún así es bellisimo. No sé que decir a cerca de este poema, creo que Neruda lo dice todo con sus poemas y deja sin palabras hasta a la persona más elocuente; lo único que me permite decir este poema es que Neruda era un maestro cuando se trataba del amor, sus sonetos describen de manera bella y real lo que muchos de nosotros no podemos decir con palabras, él de verdad hablaba desde el corazón y entendía el alma.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Donde comienzas Tú

Donde comienzas Tú de Julia de Burgos

Soy ola de abandono,
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños y de alas.

Tú danzas por el agua redonda de mis ojos
con la canción más fresca colgando de tus labios.
¡No la sueltes, que el viento todavía azota fuerte
por mis brazos mojados,
y no quiero perderte ni en la sílaba!

Yo fui un día la gaviota más ave de tu vida.
(Mis pasos fueron siempre enigma de los pájaros.)

Yo fui un día la más honda de tus edades íntimas
(El universo entero cruzaba por mis manos.)

¡Oh día de sueño y ola...!
Nuestras dos juventudes hacia el viento estallaron.

Y pasó la mañana,
y pasó la agonía de la tarde muriéndose en el fondo de un lirio,
y pasó la alba noche resbalando en los astros,
y pasó la extasiada juventud de la aurora
exhibiéndose en pétalos
y paso mi letargo...

Recuerdo que al mirarme con la voz derrotada,
las dos manos del cielo me cerraron los párpados.

Fue tan sólo una ráfaga,
una ráfaga húmeda que cortó mi sonrisa
me izó en los crepúsculos entre caras de espanto.

Tú nadabas mis olas retardadas e inútiles,
por poco me parto de dolor esperando...

Pero llegaste, fértil,
más intacto y más blanco.
me llevaste, épico,
venciéndote en ti mismo los caminos cerrados.

Hoy anda mi caricia
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños con mañana.

Soy ola de abandono,
tus playas ya saltan certeras, por mis lágrimas.

¡Amante, la ternura desgaja mis sentidos...
o misma soy un sueño remando por tus aguas!


Me disculpo con aquellos amigos a los que no he pelado mucho últimamente, la escuela me tiene completamente ocupada y ya ni tiempo me da de conectarme al messenger, Adolfo neta mil perdones por no haber platicado contigo en tanto tiempo!!

De ese poema sólo puedo decir que me gusta, me gusta mucho; y espero que a todos uds. también les guste.



lunes, 27 de agosto de 2007

El corazón torturado

El corazón torturado de Arthur Rimbaud

Mi triste corazón babea en la popa,
Mi corazón está lleno de tabaco de hebra:
Ellos le arrojan chorros de sopa,
Mi triste corazón babea en la popa:
Ante las chirigotas de la tropa
Que suelta una risotada general,
Mi triste corazón babea en la popa,
¡Mi corazón está lleno de tabaco de hierba!
¡Itifálicos y sorcheros
Sus insultos lo han pervertido!
En el gobernalle pintan frescos
Itifálicos y sorcheros.
Oh olas abracadabrantescas,
Tomad mi cuerpo para que se salve:
¡Itifálicos y sorcheros
Sus insultos lo han pervertido!
Cuando, al final, se les seque el tabaco,
¿Cómo actuar, oh corazón robado?
Habrá cantilenas báquicas
Cuando, al final, se les seque el tabaco:
Me darán bascas estomacales
Si el triste corazón me lo reprimen:
Cuando, al final, se les seque el tabaco
¿Cómo actuar, oh corazón robado?


Hace mucho tiempo me comencé a interesar por el trabajo de los llamados "Poetas Malditos" en mi opinión siendo Arthur Rimbaud el más imponente en su poesía de todos ellos. Ellos fueron franceses y vivieron en la parte baja de la burguesía, alejados de la sociedad y dándole importancia sólo a la poesía y a las artes, todos murieron en la pobreza... y los cuatro fueron genios del simbolismo, leer desde Las Flores del Mal de Charles Baudelaire hasta Iluminaciones de Arthur Rimbaud es un verdadero placer para los sentidos.


No sé que me hace sentir este poema, a veces siento que es algo que ya me ha pasado, otras veces los siento tan ajeno a mi... quizás en eso mismo se encuentra la belleza de la poesía, encontrarle tantos significados a un solo poema... quizás ese fue el don de Rimbaud crear belleza con vanas y simples palabras...

jueves, 23 de agosto de 2007

Amor Constante Más Allá de la Muerte

Amor Constante Más Allá de la Muerte de Francisco de Quevedo

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

domingo, 19 de agosto de 2007

Boca a Boca

Boca a Boca de Delmira Agustini

Copa de vida donde quiero y sueño
beber la muerte con fruición sombría,
surco de fuego donde logra Ensueño
fuertes semillas de melancolía.

Boca que besas a distancia y llamas
en silencio, pastilla de locura
color de sed y húmeda de llamas...
¡Verja de abismos es tu dentadura!

Sexo de un alma triste de gloriosa;
el placer unges de dolor; tu beso,
puñal de fuego en vaina de embeleso,
me come en sueños como un cáncer rosa...

Joya de sangre y luna, vaso pleno
de rosas, de silencio y de armonía,
nectario de su miel y su veneno,
vampiro vuelto mariposa al día.

Tijera ardiente de glaciales lirios,
panal de besos, ánfora viviente
donde brindan delicias y delirios
fresas de aurora en vino de Poniente...

Estuche de encendidos terciopelos
en que su voz es fúlgida presea,
alas del verbo amenazando vuelos,
cáliz en donde el corazón flamea.

Pico rojo del buitre del deseo
que hubiste sangre y alma entre mi boca,
de tu largo y sonante picoteo
brotó una llaga como flor de roca.

Inaccesible... Si otra vez mi vida
cruzas, dando a la tierra removida
siembra de oro tu verbo fecundo,
tú curarás la misteriosa herida:
lirio de muerte, cóndor de vida,
¡Flor de tu beso que perfuma al mundo!



Vampiro vuelto mariposa al día. Alguien me dijo apenas hace algunos días (no más de una semana) que las mariposas eran sólo insectos con alas, no me gusta creer que lo son, quizás tengo nociones falsas de lo que son, pero no pueden ser llamadas insectos, no cuando portan belleza desde el cielo y el aire. Este poema me encanta, tantas maneras para llamar a ese amor oscuro y a ese rito que todos practicamos (o deseamos hacerlo) besar. Simplemente bello.

martes, 7 de agosto de 2007

El Poeta dice la Verdad

El Poeta dice la Verdad de Federico García Lorca

Quiero llorar mi pena y te lo digo
Para que tú me quieras y me llores
En un anochecer de ruiseñores,
Con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
Para el asesinato de mis flores
Y convertir mi llanto y mis sudores
En eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
Del te quiero me quieres, siempre ardida
Con decrépito sol y luna vieja.

Que lo que me des y no te pida
Será para la muerte, que no deja
Ni sombra por la carne estremecida.



No sé cual es la razón, pero siempre asocio a García Lorca con el color verde, hay algo demasiado bello en la poesía de Lorca que simplemente me recuerda a la belleza que nace de la naturaleza. No tengo más que decir, sólo que García Lorca es mi héroe y mi musa, todo al mismo tiempo.

lunes, 30 de julio de 2007

Nocturno

Nocturno de Manuel Acuña
A Rosario

I

¡Pues bien! yo necesito
decirte que te adoro
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto
al grito que te imploro,
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.

II

Yo quiero que tú sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas
las esperanzas mías,
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías,
que ya no se ni dónde
se alzaba el porvenir.

III

De noche, cuando pongo
mis sienes en la almohada
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino mucho, mucho,
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada
y tú de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.

IV

Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos,
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás,
y te amo y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.

V

A veces pienso en darte
mi eterna despedida,
borrarte en mis recuerdos
y hundirte en mi pasión
mas si es en vano todo
y el alma no te olvida,
¿Qué quieres tú que yo haga,
pedazo de mi vida?
¿Qué quieres tú que yo haga
con este corazón?

VI

Y luego que ya estaba
concluído tu santuario,
tu lámpara encendida,
tu velo en el altar;
el sol de la mañana
detrás del campanario,
chispeando las antorchas,
humeando el incensario,
y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...

VII

¡Que hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo,
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos una sola alma,
los dos un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Dios!

VIII

¡Figúrate que hermosas
las horas de esa vida!
Que dulce y bello el viaje
por una tierra así
y yo soñaba en eso,
mi santa prometida;
y al delirar en ello
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por ti, no mas por ti.

IX

¡Bien sabe Dios que ese era
mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
bien sabe Dios que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
bajo el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!

X

Esa era mi esperanza...
Mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡Adiós por la vez última,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores;
mi lira de poeta,
mi juventud, adiós!




¿Que quieres tu que yo haga con este corazón? Tantas vees me he sentido así, incluso parece que un poema ya tan viejo nunca dejará de estar vigente, habla de todas esas cosas que nos pasan a nosotros, almas en extraño sufrimiento por amor, almas que todavpia no hemos aprendido nuestra lección.

martes, 24 de julio de 2007

Tu amor esclavo...

Tú amor esclavo… de Delmira Agustini

Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte,
en el carmen fecundo de mi vida.

Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.

Tus ojos son mis medianoches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en mi acerbidad;

crisálida de un vuelo del futuro,
es tu abrazo magnífico y oscuro
torre embrujada de mi soledad.


Creo que así es como se siente el amor en muchas situaciones, como un oximorón de sensaciones que yecen en el interior de nuestro corazón, como cuando se odia amar a alguien o el dolor que viene con la alegría, son todas esas cosas que se eienten extrañamente bien incluso si no se les debería llamar placenteras. A veces así es como yo siento el amor, o quizás así es como el amor quiere que lo sienta...

lunes, 23 de julio de 2007

Explicaciones y Comentarios

Sé que no he estado tan activa en estas últimas semanas, sé que los últimos tres poemas que publiqué no llevaron comentarios, y también sé que demuestran un poco de como me he sentido últimamente.

Tantas cosas pasan en la vida sobre las que no se tiene control, sobre las que la psique pierde su raciocinio, tantas cosas en la vida que hacen que lo único que se quiera hacer es dar un paso hacia atrás y alejarse del desastre a punto de suceder. Y hay veces que alejarse no es una opción, es una necesidad, asi que eso intenté... alejarme, huir, como en tantas ocasiones pasadas, como tantas veces ya antes incluso a sabiendas de que lo que estaba haciendo no era lo correcto y que no arreglaría nada.

Durante unos meses ya me he encontrado metida en medio de un bloqueo artístico, y a penas hace unos cuantos días empezó a tomar más de lo que yo podía dar en el momento. Ayer escribí de nuevo, y encontré ese deseo inigualable de seguir escribiendo hasta que el momento de detenerme llegará. Quizás estos meses de alejamiento y de turbulencia emocional me ayudaron para encontrar algo de que escribir.

Acerca de los poemas, los escogí por como me sentía por el dolor matutino de todos los días, por las lágrimas y los sollozos, para ayudarme a sentir lo que por años me negué a mi misma a sentir. Hoy siento que he despertado de un sueño largo y profundo y aunque aquí el diá está gris, mi alma ya no lo está, por hoy sólo eso es suficiente.

martes, 17 de julio de 2007

Abandono

Abandono de Federico García Lorca

¡Dios mío, he venido con
la semilla de las preguntas!
Las sembré y no florecieron.

(Un grillo canta
bajo la luna.)

¡Dios mío, he llegado con
las corolas de las repuestas,
pero el viento no las deshoja!

(Gira la naranja
irisada de la tierra.)

¡Dios mío, Lázaro soy!
Llena de aurora, mi tumba
da a mi carro negros potros.

(Por el monte lírico
se pone la luna.)

¡Dios mío, me sentaré
sin pregunta y con respuesta!
a ver moverse las ramas.

(Gira la naranja
irisada de la tierra.)

miércoles, 11 de julio de 2007

Chau Número Tres

Chau número tres de Mario Benedetti

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.

Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.

Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.

Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.

Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.

Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.

Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.

Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.

Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.

lunes, 2 de julio de 2007

Casi Alba

Casi Alba de Julia de Burgos

Casi alba,
como decir arroyo entre la fuente,
como decir estrella,
como decir paloma en cielo de alas.

Esta noche se ha ido
casi aurora, casi ronda de luna entre montañas,
como una sensación de golondrina
al picar su ilusión en una rama.

Amanecer, sin alas para huirse,
regreso de emoción hasta su alma,
palomitas de amor entre mis manos
que al asalto de amor subieron castas.

Noche rasgada al tiempo repetido,
detenida ciudad de esencias altas,
como una claridad rompes mi espíritu,
circundas mi emoción como una jaula.

Amor callado y lejos...
tímida vocecita de una dalia,
así te quiero, íntimo,
sin saberte las puertas al mañana,
casi sonrisa abierta entre las risas,
entre juego de luces, casi alba...


En realidad planeaba postear un poema triste, uno que hablará del sufrimiento y el dolor, uno que expresará un poco más como me estoy sintiendo en este momento; pero encontré éste, y su belleza me cautivó, incluso en mi estado de turbación emocional y de solitud voluntaria, llegó como un poco de luz a sacarme de mi estupor y tiniebla...

miércoles, 27 de junio de 2007

Amor

Amor de Salvador Novo

Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir calor de tu saludo.

Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.

Amar es percibir, cuando te ausentas,
tu perfume en el aire que respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando cierro la puerta de la noche.

Me hicieron leer este poema en la escuela, cuando iba en primero de secundaria, antes de que en realidad comprendiera de que se trataba el amor; este es el poema que me enseño como era el amor en su expresión más pura y simple, la única manera en la que es buena percibir al amor y la única manera en la que yo percibiría al amor por el resto de los años...

lunes, 25 de junio de 2007

El Poema de la Culpa

EL POEMA DE LA CULPA de José Ángel Buesa

Yo la amé, y era de otro, que también la quería.
Perdónala, Señor, porque la culpa es mía.

Después de haber besado sus cabellos de trigo,
Nada importa la culpa, pues no importa el castigo.

Fue un pecado quererla, Señor, y, sin embargo
Mis labios están dulces por ese amor amargo.

Ella fue como un agua callada que corría...
Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.

Perdónala Señor, tú que le diste a ella
Su frescura de lluvia y esplendor de estrella.

Su alma era transparente como un vaso vacío:
Yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.

Pero, ¿cómo no amarla, si tú hiciste que fuera
Turbadora y fragante como la primavera?

¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
Sobre la yerba seca y ávida del estío?

Traté de rechazarla, Señor, inútilmente,
Como un surco que intenta rechazar la simiente.

Era de otro. Era de otro que no la merecía,
Y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.

Era de otro, Señor, pero hay cosas sin dueño:
Las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.

Y ella me dio su amor como se da una rosa,
Como quien lo da todo, dando tan poca cosa...

Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:
Ella no fue culpable, Señor... ¡ni yo tampoco!

La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella
Y me diste los ojos para mirarla a ella.

Sí. Nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar
Y si es culpable un río cuando corre hacia el mar.

Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,
Que sería pecado mayor si no la amara.

Y por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella,
Que tú, que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,

Tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
Tú también la amarías, ¡si pudieras ser hombre!



Fue extraña la manera en que un día me topé con este poema, buscando en Google poemas de amor y culpa me apareció y me dí cuenta de que había cautivado mis sentidos de manera extraordinariamente rápida, yo estaba preguntandome muchas cosas de la vida y este poema me ayudó a entender que hay cosas de las que nadie tiene la culpa, cosas que pasan por que deben de pasar, y que no hay manera de evitarlas y que hay veces que es mejor dejar de preocuparse por las consecuencias, pues hay ciertas cosas en las que las consecuencias no tienen verdadera importancia, como el amor...

miércoles, 20 de junio de 2007

Poema de un recuerdo

Poema de un recuerdo
de Gustavo Alejandro Castiñeiras


Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.

Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.

Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.


---------------------------------------------------
Esto es todo.

jueves, 14 de junio de 2007

De nuevo... Solo yo

Estaba pensando que quizás no sea una mala idea que además de postear poemas que me encantan sería bueno que también de vez en cuando contara un poco de mi vida y de como y quien soy, así mismo como poner al final de cada poema un comentario del porque de mi elección.

La mayoría de los poemas (por no decir todos) son poemas que en verdad han dejado una huella en mi alma, soy mega fan del trabajo de García Lorca, el estilo oscuro y al mismo tiempo despreocupado que maneja es magnifico en toda la extensión de la palabra, y en realidad una de las metas de mi vida es llegar a ser tan buena como él; García Lorca representa la opresión que sentía la sociedad española en su tiempo y el manejo del simbolismo como manera de ocultar sus verdaderas intenciones a los ojos de los represores es verdaderamente bello.

Mi gusto por su trabajo nació cuando estaba en mi primer año de la prepa y mi maestra de Literatura Española nos contó con tal fervor de la obra de García Lorca que simplemente no pude evitar querer leer todo lo que pudiese encontrar de él, empecé con algunas obras de teatro y luego poemas y simplemente quedé prendida por siempre.

Otros autores también han dejado huella de su trabajo en mi estilo, han sido Pablo Neruda, quien escribió los versos de amo mas puros e intensos que he leído en mucho tiempo; Vicente Aleixandre que con un poema me dejo cautivada por siempre, en realidad el primer poema que me aprendí de memoria fue El Último Amor; Alfonsina Storni, cuya trastornada vida se ve reflejada en sus poemas llenos de emoción; y muchos otros más de los cuales si menciono no terminaría de escribir nunca.

Aunque quizás nunca quiera dejar de escribir...

lunes, 11 de junio de 2007

Soneto XLV

SONETO XLV de Pablo Neruda

No estés lejos de mí un solo día, porque cómo,
porque, no sé decirlo, es largo el día,
y te estaré esperando como en las estaciones
cuando en alguna parte se durmieron los trenes.

No te vayas por una hora porque entonces
en esa hora se juntan las gotas del desvelo
y tal vez todo el humo que anda buscando casa
venga a matar aún mi corazón perdido.

Ay que no se quebrante tu silueta en la arena,
ay que no vuelen tus párpados en la ausencia:
No te vayas por un minuto, bienamada,

porque en ese minuto te habrás ido tan lejos
que yo cruzaré toda la tierra preguntando
si volverás o si me dejarás muriendo


jueves, 7 de junio de 2007

Como la Mar, los Besos

COMO LA MAR, LOS BESOS de Vicente Aleixandre

No importan los emblemas
ni las vanas palabras que son un soplo sólo.
Importa el eco de lo que oí y escucho.
Tu voz, que muerta vive, como yo que al pasar
aquí aún te hablo.

Eras más consistente,
más duradera, no porque te besase,
ni porque en ti asiera firme a la existencia.
Sino porque como la mar
después que arena invade temerosa se ahonda.
En verdes o en espumas la mar, se aleja.
Como ella fue y volvió tú nunca vuelves.

Quizá porque, rodada
sobre playa sin fin, no pude hallarte.
La huella de tu espuma,
cuando el agua se va, queda en los bordes.

Sólo bordes encuentro. Sólo el filo de voz que
en mí quedara.
Como un alga tus besos.
Mágicos en la luz, pues muertos tornan
.

domingo, 3 de junio de 2007

Breve Romance de Ausencia

Breve romance de ausencia de Salvador Novo

Único amor, ya tan mío
Que va sazonando el Tiempo
¡Qué bien nos sabe la ausencia
Cuando nos estorba el cuerpo!

Mis manos te han olvidado
Pero mis ojos te vieron
Y cuando es amargo el mundo
Para mirarte los cierro.

No quiero encontrarte nunca,
Que estás conmigo y no quiero
Que despedace tu vida
Lo que fabrica mi sueño.

Como un día me la diste
Viva tu imagen poseo;
Que a diario lavan mis ojos
Con lágrimas tú recuerdo.

Otro se fue, que no tú,
Amor que clama el silencio
Si mis brazos y tu boca
Con las palabras partieron.

Otro es éste, que no yo,
Mudo, conforme y eterno
Como este amor, ya tan mío
Que irá conmigo muriendo.

jueves, 31 de mayo de 2007

La canción de Flor de Mayo

La canción de Flor de Mayo de Amado Nervo

Flor de Mayo, como un rayo
de la tarde, se moría...
Yo te quise, Flor de Mayo,
tú lo sabes; ¡pero Dios no lo quería!

Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, cantando irán.

Flor de Mayo ni se viste
ni se alhaja ni atavía;
¡Flor de Mayo está muy triste!
¡Pobrecita, pobrecita vida mía!

Cada estrella que palpita,
desde el cielo le habla así:
«Ven conmigo Florecita,
brillarás en la extensión igual a mí.»

Flor de Mayo, con desmayo,
le responde: « ¡Pronto iré!»

Se nos muere Flor de Mayo,
¡Flor de Mayo, la Elegida, se nos fue!

Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, llorando irán...

« ¡No me dejes!», yo le grito;
« ¡No te vayas, dueño mío:
el espacio es infinito
y es muy negro y hace frío, mucho frío!»

Sin curarse de mi empeño,
Flor de Mayo se alejó,
y en la noche, como un sueño,
misteriosamente triste se perdió.

Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, ¡ay cómo irán!

Al amparo de mi huerto
una sola flor crecía:
Flor de Mayo, y se me ha muerto...
Yo la quise, ¡pero Dios no lo quería!

martes, 29 de mayo de 2007

Despedida

Despedida de Paul Geraldy

Conque entonces, adiós. ¿No olvidas nada?
Bueno, vete... Podemos despedirnos.
¿Ya no tenemos nada qué decirnos?
Te dejo, puedes irte... Aunque no, espera,
espera todavía
que pare de llover... Espera un rato.
Y sobre todo, ve bien abrigada,
pues ya sabes el frío que hace allí afuera.
Un abrigo de invierno es lo que habría
que ponerte... ¿De modo que te he devuelto todo?
¿No tengo tuyo nada?
¿Has tomado tus cartas, tu retrato?

Y bien, mírame ahora, amiga mía;
pues que en fin, ya va uno a despedirse.
¡Vaya! No hay que afligirse;
¡vamos!, ¡no hay que llorar, qué tontería!

¡Y qué esfuerzo tan grande
necesitan hacer nuestras cabezas,
para poder imaginar y vernos
otra vez los amantes
aquellos tan rendidos y tan tiernos
que habíamos sido antes!

Nos habíamos las vidas entregado
para siempre, uno al otro, eternamente,
y he aquí que ahora nos las devolvemos,
y tú vas a dejarme y yo voy a dejarte,
y pronto partiremos
cada quien con su nombre, por su lado...
Recomenzar... vagar...
vivir en otra parte...
Por supuesto, al principio sufriremos.
Pero luego vendrá piadoso olvido,
único amigo fiel que nos perdona;
y habrá otra vez en que tú y yo tornaremos
a ser como hemos sido,
entre todas las otras, dos personas.

Así es que vas a entrar a mi pasado.
Y he de verte en la calle desde lejos,
sin cruzar, para hablarte, a la otra acera,
y nos alejaremos distraídos
y pasarás ligera
con trajes para mí desconocidos.
Y estaremos sin vernos largos meses,
y olvidaré el sabor de tus caricias,
y mis amigos te darán noticias
de "aquel amigo tuyo".
Y yo a mi vez, con ansia reprimida
por el mal fingido orgullo,
preguntaré por la que fue mi estrella
y al referirme a ti, que eres mi vida,
a ti, que eras mi fuerza y mi dulzura,
diré: ¿cómo va aquella?

Nuestro gran corazón, ¡qué pequeño era!
Nuestros muchos propósitos, ¡qué pocos!;
y sin embargo, estábamos tan locos
al principio, en aquella primavera.
¡Te acuerdas? ¡La apoteosis! ¡El encanto!
¡Nos amábamos tanto!
¿Y esto era aquel amor? ¡Quién lo creyera!
De modo que nosotros -aún nosotros-,
cuando de amor hablamos
¿somos como los otros?
He aquí el valor que damos
a la frase de amor que nos conmueve.
¡Qué desgracia, Dios mío que seamos
lo mismo que son todos! ¡Cómo llueve!

Tú no puedes salir así lloviendo.
¡Vamos!, quédate, mira, te lo ruego,
ya trataremos de entendernos luego.
Haremos nuevos planes,
y aun cuando el corazón haya cambiado,
quizá revivirá el amor pasado
al encanto de viejos ademanes.
Haremos lo posible;
se portará uno bien. Tú, serás buena,

Y luego... es increíble,
tiene uno sus costumbres; la cadena
llega a veces a ser necesidad.
Siéntate aquí, bien mío:
recordarás junto de mí tu hastío,
y yo cerca de ti mi soledad.


domingo, 27 de mayo de 2007

Dolor

DOLOR de Alfonsina Storni

Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;

Que la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar

Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;

Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear

Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;

Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;

Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;

Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.

sábado, 26 de mayo de 2007

Romance Sonámbulo

Romance Sonámbulo de Federico García Lorca

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
Y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
Ella sueña en su baranda,
Verde carne, pelo verde,
Con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
Las cosas la están mirando
Y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
Vienen con el pez de sombra
Que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
Con la lija de sus ramas,
Y el monte, gato garduño,
Eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
Verde carne, pelo verde,
Soñando en la mar amarga.

-Compadre, quiero cambiar
Mi caballo por su casa,
Mi montura por su espejo,
Mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
Desde los puertos de Cabra.
-Si yo pudiera, mocito,
Este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
Ni mi casa es ya mi casa.
-Compadre, quiero morir,
Decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
Con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
Desde el pecho a la garganta?
-Trescientas rosas morenas
Lleva tu pechera blanca. Tu sangre rezuma y huele
Alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
Ni mi casa es ya mi casa.
-Dejadme subir al menos
Hasta las altas barandas,
¡Dejadme subir!, dejadme
Hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
Por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres
Hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
Farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
Herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
Verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
En la boca un raro gusto
De hiel, de menta y de albahaca.
-¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
Cara fresca, negro pelo,
En esta verde baranda!

Sobre el rostro del aljibe
Se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
Con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
La sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
Como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
En la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
Verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

jueves, 24 de mayo de 2007

Pobre Flor

Pobre Flor de Manuel Acuña

-¿Por qué te miro así tan abatida,
pobre flor?
¿En dónde están las galas de tu vida
y el color?
Dime, ¿por qué tan triste te consumes,
dulce bien?
¿Quién?, ¡el delirio devorante y loco
de un amor,
que me fue consumiendo poco a poco
de dolor!
Porque amando con toda la ternura
de la fe
a mí no quiso amarme la criatura
que yo amé
Y por eso sin galas me marchito
triste aquí,
siempre llorando en mi dolor maldito,
¡Siempre así!
¡Habló la flor!...
Yo gemí... era igual a la memoria
de mi amor.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Canción

CANCIÓN de Nicolás Guillén

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)

En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

martes, 22 de mayo de 2007

Un Padre Nuestro Latinoamericano

Un padre nuestro latinoamericano de Mario Benedetti

Padre nuestro que estás en los cielos
Con las golondrinas y los misiles
Quiero que vuelvas antes de que olvides
Cómo se llega al sur de Río Grande

Padre nuestro que estás en el exilio
Casi nunca te acuerdas de los míos
De todos modos donde quieras que estés
Santificado sea tu nombre
No quienes santifican en tu nombre
Cerrando un ojo para no ver las uñas
Sucias de la miseria

En agosto de mil novecientos sesenta
Ya no sirve pedirte
Venga a nos el tu reino
Porque tu reino también está aquí abajo
Metido en los rencores y en el miedo
En las vacilaciones y en la mugre
En la desilusión y en la modorra
En esta ansia de verte pese a todo

Cuando hablaste del rico
La aguja y el camello
Y te votamos todos
Por unanimidad para la Gloria
También alzó su mano el indio silencioso
Que te respetaba pero se resistía
A pensar hágase tu voluntad

Sin embargo una vez cada tanto
Tu voluntad se mezcla con la mía
La domina
La enciende
La duplica
Más arduo es conocer cuál es mi voluntad
Cuándo creo de veras lo que digo creer

Así en tu omnipresencia como en mi soledad
Así en la tierra como en el cielo
Siempre
Estaré más seguro de la tierra que piso
Que del cielo intratable que me ignora

Pero quién sabe
No voy a decidir
Que tu poder se haga o se deshaga
Tu voluntad igual se está haciendo en el viento
En el Ande de nieve
En el pájaro que fecunda a su pájara
En los cancilleres que murmuran yes sir
En cada mano que se convierte en
Claro no estoy seguro si me gusta el estilo
Que tu voluntad elige para hacerse
Lo digo con irreverencia y gratitud
Dos emblemas que pronto serán la misma cosa
Lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
De cada día y de cada pedacito de día

Ayer nos lo quitaste
Dánosle hoy
O al menos el derecho de darnos nuestro pan
No sólo el que era símbolo de Algo
Sino el de miga y cáscara
El pan nuestro
Ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
Perdónanos si puedes nuestras deudas
Pero no nos perdones la esperanza
No nos perdones nunca nuestros créditos

A más tardar mañana
Saldremos a cobrar a los fallutos
Tangibles y sonrientes forajidos
A los que tienen garras para el arpa
Y un panamericano temblor con que se enjugan
La última escupida que cuelga de su rostro

Poco importa que nuestros acreedores perdonen
Así como nosotros
Una vez
Por error
Perdonamos a nuestros deudores

Todavía
Nos deben como un siglo
De insomnios y garrote
Como tres mil kilómetros de injurias
Como veinte medallas a Somoza
Como una sola Guatemala muerta

No nos dejes caer en la tentación
De olvidar o vender este pasado
O arrendar una sola hectárea de su olvido
Ahora que es la hora de saber quiénes somos
Y han de cruzar el río
El dólar y su amor contrarrembolso
Arráncanos del alma el último mendigo
Y líbranos de todo mal de conciencia
Amén.

sábado, 19 de mayo de 2007

Poema 15

Poema 15 de Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

jueves, 17 de mayo de 2007

Soneto de la Carta

Soneto de la Carta de Federico García Lorca

Amor de mis entrañas, viva muerte,
En vano espero tu palabra escrita
Y pienso, con la flor que se marchita,
Que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal, la piedra inerte
Ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
La miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí, rasgué mis venas,
Tigre y paloma sobre tu cintura
En duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
O déjame vivir en mi serena
Noche del alma para siempre oscura.

miércoles, 16 de mayo de 2007

El Último Amor

EL ÚLTIMO AMOR de Vicente Aleixandre

I
Amor mío, amor mío.
Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo.
Y acaba de irse aquella que nos quería. Acaba de salir. Acabamos de oír
cerrarse la puerta.
Todavía nuestros brazos están tendidos. Y la voz se queja en la garganta.
Amor mío...

Cállate. Vuelve sobre tus pasos. Cierra despacio la puerta, si es que no quedó bien cerrada.
Regrésate.
Siéntate ahí, y descansa.
No, no oigas el ruido de la calle. No vuelve. No puede volver.
Se ha marchado, y estás solo.
No levantes los ojos para mirarlo todo, como si en todo aún estuviera.
Se está haciendo de noche.
Ponte así: tu rostro en tu mano.
Apóyate. Descansa.
Te envuelve dulcemente la oscuridad, y lentamente te borra.
Todavía respiras. Duerme.
Duerme si puedes. Duerme poquito a poco, deshaciéndote, desliéndote
En la noche que poco a poco te anega.
¿No oyes? No, ya no oyes. El puro
Silencio eres tú, OH dormido, OH abandonado,
OH solitario.
¡OH, si yo pudiera hacer que nunca más despertases!

II
Las palabras del abandono. Las de la amargura.
Yo mismo, sí, yo y no otro.
Yo las oí. Sonaban como las demás. Daban el mismo sonido.
Las decían los mismos labios, que hacían el mismo movimiento.
Pero no se las podía oír igual. Porque significan: las palabras
Significan. Ay, si las palabras fuesen sólo un suave sonido,
Y cerrando los ojos se las pudiese escuchar en el sueño...

Yo las oí. Y su sonido final fue como el de una llave que se cierra.
Como un portazo.
Las oí, y quedé mudo.
Y oí los pasos que se alejaron.
Volví, y me senté.
Silenciosamente cerré la puerta yo mismo.
Sin ruido. Y me senté. Sin sollozo.
Sereno, mientras la noche empezaba.
La noche larga. Y apoyé mi cabeza en mi mano.
Y dije...
Pero no dije nada. Moví mis labios. Suavemente, suavísimamente.
Y dibujé todavía
El último gesto, ese
Que yo ya nunca repetiría.

III
Porque era el último amor. ¿No lo sabes?
Era el último. Duérmete. Calla.
Era el último amor...
Y es de noche.

lunes, 14 de mayo de 2007

El Anonimato de mi Identidad

El anonimato de mi identidad de F. Vallin

A veces tengo la idea de que estoy soñando. Decido despertar pero no puedo abrir los ojos, todo está oscuro. Insisto en abrirlos, pero no puedo, todo sigue oscuro; de pronto descubro que ya los tengo abiertos.
Un húmedo frío recorre mi cuerpo, pero no son lágrimas enjuagando mis ojos; sino sangre destilando mi frustración.
Me escondo bajo una cobija, pero aun así no cubro el frío que me deja esta soledad.
Me revuelco en mis ideas y me retuerzo entre tus recuerdos; ahora solo quisiera escuchar tu voz en este ensordecedor silencio.
Mis ojos aun abiertos no logran ver, se niegan a infectarse de esta realidad, prefiero abrir tu corazón y contagiarlo de este amor.

A veces pienso que estoy corriendo detrás del amor y es cuando me detengo a preguntarme si no es el amor quien corre tras de mi. Pero hoy no, la estática de mi frustración no me permite moverme. Me detiene el miedo; pues me he vuelto un rehén de tu desprecio, una víctima de tu amor y la sombra de tu indiferencia.

Esta vulgar ironía se ha vuelto a burlar de mi, y mi ofuscado corazón no sabe que hacer con este obsoleto amor que no encuentra respuesta, tu respuesta.
No hay un hoy, tampoco creo que haya un mañana. No encuentro sensatez en la ansiedad de necesitarte.
Estoy perdiendo el conocimiento, no recuerdo ni mi nombre ¿será Soledad? o será ¿Amargura?
También empiezo a perder mis sentidos, a lo lejos escucho la lluvia que cae afuera. Abro la ventana de esta alma en agonía y las gotas caen sobre mi piel, ardiendo de la misma manera en que aun lo hace el oxidado sabor de tus labios en los míos.
Se ha vuelto insoportable el hedor de tu abandono y la traición de tus promesas.
Quisiera cruzar la frontera de tu orgullo y recuperar la seguridad que sentí al estar contigo. Así acortar la lejanía que envuelve esta dolorosa distancia.
Ojala supiera que sería de nosotros sin esta falsedad de cubrir apariencias, si fueras capaz de no esconderte en un capullo de inseguridades y enfrentar lo que sentimos.
Me cuestiono ¿Qué harás si un día se agotan las expresiones de tus máscaras, cansadas de fingir lo que no sienten?
Mientras lo logras, reconstruiré las alas rotas de mi fe para que tu frialdad no vuelva a impedirles el vuelo. Tu estrategia es mi derrota, pero emergeré de tu banalidad y te besaré en diferentes idiomas, hasta que comprendas el lenguaje de un amor en proceso de descomposición; que renacerá de esta absurda confusión. Entonces enmudecido de angustia susurrarás la identidad de mi anonimato.
Desearía que estas líneas no cobraran vida, pero ¿qué es la vida sino una duplicidad de realidades?


Lentamente tras este letargo de identidad…he vuelto en mi.

Ahora recuerdo mi nombre: ESPERANZA.


La autora de este poema solía ser una amiga allegada . Actualmente reside en Coyoacán, Ciudad de México.

sábado, 12 de mayo de 2007

Profecía de Rafael de León

PROFECIA (POEMA ANDALUZ)
de Rafael de León

(No te mando más castigo,
que estés durmiendo con otro
y estés soñando conmigo...)

"Y me bendijo mi mare.
Diez céntimos le dí a un pobre
y me bendijo mi mare.
Ay, qué limosna tan chiquita,
qué recompensa tan grande."

¿Adónde vas tan deprisa
sin decirme ni ¡Con Dios!?
Me puedes mirar de frente,
que estoy enterao de tó...
Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo:
Que te casaste hace un mes,
y me quedé... tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso
se hubiera echado a llorar.
Yo, cruzándome de brazos,
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro,
ni liarme a maldiciones,
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.
¿Que te has casao? Buena suerte.
Vive cien años contenta,
y a la hora de la muerte
Dios no te lo tenga en cuenta...
Que, si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Porque sin ser tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy quien más te ha querío.
Con eso tengo bastante.

-¿Qué tiene el niño, Malena?
Anda como trastornao,
con la carita de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropa
subiéndose a coger níos.
¿No te parece a tí extraño,
no ves una cosa rara,
que un chaval de doce años
lleve tan triste la cara?
Mira que soy perro viejo,
y estás demasiao tranquila.
¿Quieres que te dé un consejo?
Vigila, mujer, ¡Vigila!

Y fueron dos centinelas
los ojitos de mi mare:
-Cuando sale de la escuela
se va pa los olivares.
-¿Y qué busca allí? -Una niña;
tendrá el mismo tiempo que él.
José Miguel, no le riñas,
que está empezando a querer."
Mi padre encendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre,
te regaló unos zarcillos
y a mí un pantalón de hombre.

Yo no te dije "te adoro",
pero amarré en tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensa
dos cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.
-Voy a misa con mis primos.
-Bueno, te veré en la ermita.
¡Y qué serios nos pusimos
al darte el agua bendita!
Mas luego, en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
-Dice mi tita Rosario
que la cigüeña es sagrá,
y el colorín, y la fuente,
y las flores, y el rocío,
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el río,
y el bronce de esta campana,
y el romero de los montes,
y aquella línea lejana
que le llaman... ¡horizonte!
¡Todo es sagrao: tierra y cielo,
porque así lo quiso Dios!
¿Qué te gusta más? - Tu pelo.
(¡Qué bonito me salió!)
-Pues, ¿Y tu boca, y tus brazos,
y tus manos redonditas,
y tus pies, fingiendo el paso
de las palomas zuritas?
Con la pureza de un copo
de nieve te comparé...
¡Te revestí de piropos
de la cabeza a los pies!
A la vuelta te hice un ramo
de pitiminí, precioso,
y luego nos retratamos
en las agüitas de un pozo.
Y hablando de estas pamplinas
que se inventan las criaturas,
llegamos hasta la esquina
cogidos de la cintura.
Yo te pregunté:-¿En qué piensas?
Tú dijiste:- En darte un beso.
Y yo sentí una vergüenza
que me caló hasta los huesos...
De noche, muertos de luna,
nos vimos por la ventana:
-¡Chsss! Mi hermanito está en la cuna.
Le estoy cantando la nana.

"Quítate de la esquina,
chiquillo loco.
Que mi mare no quiere,
ni yo tampoco."

Y mientras que tú cantabas,
yo, inocente, me pensé
que la luna nos casaba
como a marío y mujer.

¡¡Pamplinas!! ¡Figuraciones
que se inventan los chavales!
Después, la vida se impone:
TANTO TIENES, TANTO VALES.

Por eso, yo al enterarme
que llevas un mes casá,
no dije que iba a matarme,
sino que me daba igual.
Mas como es rico tu dueño
te vendo esta profecía:
Tú, por la noche, entre sueños,
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que mi boca te besó,
y te llamarás "¡COBARDE!"
como te lo llamo yo.
y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico,
y se llevó la cigüeña
mi corazón en el pico.
Pensarás: "-No es cierto nada.
Yo sé que lo estoy soñando."
Pero allá en la madrugada
te despertarás llorando,
por el que no es tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querío.
Con eso tengo bastante.

Por lo demás, tó se olvía.
Verás como Dios te manda
un hijo como una estrella.
Avísame de seguía,
me servirá de alegría
cantarle la nana aquella...

Pensarás:"-No es cierto nada.
Yo sé que lo estoy soñando"
Pero allá en la madrugada
te despertarás llorando...

Porque sin ser tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy... ¡Quien más te ha querío!
¡Con eso tienes bastante!

viernes, 11 de mayo de 2007

Sólo yo... por hoy

Hola! Este es mi primer post, espero hacer de este un buen blog, más que nada me gustaría poder comentar un poco de todo, y empezaré por mi misma.

He caido en cuenta de que es hora de compartir mi no tan interesante vida con todo al mundo; esperando que el mundo me responda (jajaja). Este año han pasado muchas cosas: entré a 5° de prepa, perdí a más de una amiga, reprobé algunas materias y me gané el odio de algunos maestros, terminé mi primer y segundo libro de poemas, y ahora me encuentro en un punto de mi vida en el cual es momento de tomar decisiones, es momento de arriesgarme, es momento de crecer, y eso me da tanto miedo que no sé si de verdad pueda hacerlo, pero estoy segura que estoy a solo algunos pasos de lograr lo que deseo, para volverme la persona que espere siempre ser, para descubrirme a mi misma.