Tú amor esclavo… de Delmira Agustini
Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte,
en el carmen fecundo de mi vida.
Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.
Tus ojos son mis medianoches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en mi acerbidad;
crisálida de un vuelo del futuro,
es tu abrazo magnífico y oscuro
torre embrujada de mi soledad.
Creo que así es como se siente el amor en muchas situaciones, como un oximorón de sensaciones que yecen en el interior de nuestro corazón, como cuando se odia amar a alguien o el dolor que viene con la alegría, son todas esas cosas que se eienten extrañamente bien incluso si no se les debería llamar placenteras. A veces así es como yo siento el amor, o quizás así es como el amor quiere que lo sienta...
Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte,
en el carmen fecundo de mi vida.
Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.
Tus ojos son mis medianoches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en mi acerbidad;
crisálida de un vuelo del futuro,
es tu abrazo magnífico y oscuro
torre embrujada de mi soledad.
Creo que así es como se siente el amor en muchas situaciones, como un oximorón de sensaciones que yecen en el interior de nuestro corazón, como cuando se odia amar a alguien o el dolor que viene con la alegría, son todas esas cosas que se eienten extrañamente bien incluso si no se les debería llamar placenteras. A veces así es como yo siento el amor, o quizás así es como el amor quiere que lo sienta...
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