Geografías de Eros
de Daniela Birt
Nacieron cansados
nuestro largo amor y nuestros breves amores;
los cuatro besos y las cuatro
citas que tuvimos.
-Rubén Bonifaz Nuño,
Los demonios y los días , 1956
1
La mañana.
Un lúcido albor:
tu mejilla con su curva.
La mañana;
un almendro
naciente
brota de tus cimas.
La mañana,
tus ojos certeros
par de avellanos
florecientes.
Un rocío corre. Las montañas
calladas, errantes, pacen en silencio.
El alba se abre en botones,
llueven magnolias frescas,
anhelante aroma que me regresa a ti.
Aparta el púrpura de las sombras,
permea un azulado contorno
que asombra al levantarse.
Una luz flamante:
fuente entregada a los umbrales.
La sonrisa breve y elusiva,
como un manto sereno, palpitante.
La mañana.
Tu sonrisa, el momento
notable de una existencia boreal.
Revienta el día en palabras de gardenia:
lenguas blancas, secretas.
Una risa, el volcán de la mañana.
Despierto, es de día.
Más, como siempre, tu mirada.
2
Hay una cualidad terrena,
un choque de moléculas,
la configuración eterna
que recuerda al mar en tu belleza.
Tienes ojos de prado limpio,
faz de campo, brillo de grama.
estoy a la deriva
entre la naturaleza que te brota.
Tu imagen es un mapa
donde se retrata el aliento
de la verdadera madre,
de la tierra suave y tersa.
Hay un valle entre tus cejas,
rodeado de centelleantes luciérnagas
limpias, rodeadas de viento,
rematado con la sombra de tu cúspide centrada.
La solar curva de tu mejilla,
vestida de fragrantes espumas
oculta una secreta y bizarra sonrisa
que respira incesante con un ritmo profundo.
La columna de tu cuello
alta y recta como cedro
nace de esa tierra eterna,
tibia y frágil como nardo de escarcha.
La planicie de tu abdomen,
un lecho de arena mansa y dorada,
es el gran lugar donde yace
la palpitante rosa de mi aliento.
Tu cuerpo es un oasis,
de agua mansa, tu cuerpo,
de tierra fértil
de incontrolable temblor danzante.
Una figura, tu cuerpo,
es un retrato de alimento primario;
la imagen encendida y turbada
del amor originario.
Tu cuerpo, reflejo de la geografía,
de cascadas perdidas,
sagrado espejo del alba
quebrante entera de mis noches de tedio.
3
Mi boca.
Mi espinada boca.
Mi purpúrea boca es un manantial;
tu nombre es la fuente.
Este pozo mío se llena de ti
con todas las verdades rotas
que reflejas abatida.
Mi boca es un manantial:
tu cuerpo es un lucero
un brillante destello líquido,
tu cuerpo es fluido y tenaz,
persistente y sereno.
Detienes el mundo
con un segundo luminoso
que mana de tu boca
y cesan los movimientos.
Tu boca es el sol,
y en tu cuerpo no termina nunca
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Debido a que pronto va a salir un poco de material nuevo, es decir mi próximo poemario, he decidido publicar aquí el libro que saqué el año pasado: Geografías de Eros, algo así como un viaje hacia el enamoramiento y la decepción. Saldrá en partes, aquí van los tres primeros poemas.
El libro entero está en Scribd, échenle un ojo: https://www.scribd.com/doc/231365780/Geografias-de-Eros
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