de Federico García Lorca
La noche no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
El día no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tu mueras por mí.
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Por fin estoy leyendo el Diván del Tamarit, que era el último libro de poemas de mi amado Federico que me faltaba conseguir. Me está encantando.
1 comentario:
Lorca rulez! You rule!
Sorry ando efusivo porque ya es viernes. :)
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