Sufrirás. Ya has sufrido.
Tal vez estés sufriendo.
Y aunque sepas por qué (si es que lo sabes),
ese conocimiento no será tu consuelo.
El adiós a los tuyos; el azar,
implacable; la incógnita del cielo,
todo lo que se pierde
hechos y vida abajo, tiempo abajo,
o también vida arriba, hacia lo que te espera,
todo, configura el sabor de tus lágrimas,
un sabor sin sabor, ya que no lo comparte
quien te ha visto sufrir
-no puede compartirlo-,
un sabor que no entiendes,
un cúmulo de lágrimas que trazan,
no sé dónde,
un mar por el que bogan,
y no sé para qué,
inútiles por siempre, inconsolables,
quién sabe desde cuándo,
su alma,
tu alma
y la mía.
Acabo de descubrir este poema, de nuevo no es de amor; y me gusta, mucho. No sé que más decir, me hace pensar, me hace reflexionar, me hace dudar, me hace ser...
1 comentario:
No concuerdo con Marzal. Creo que el saber porqué sufres es el primer paso para sentirte mejor.
No comprendo porque te gusta tanto, a mí me deprime. Supongo que a mí lo que me hace sentir mal no me gusta... pero... supongo que puede ser como una película muy buena pero muy dramática... En fin, saludos muxos, Danni.
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