Sé que no he estado tan activa en estas últimas semanas, sé que los últimos tres poemas que publiqué no llevaron comentarios, y también sé que demuestran un poco de como me he sentido últimamente.
Tantas cosas pasan en la vida sobre las que no se tiene control, sobre las que la psique pierde su raciocinio, tantas cosas en la vida que hacen que lo único que se quiera hacer es dar un paso hacia atrás y alejarse del desastre a punto de suceder. Y hay veces que alejarse no es una opción, es una necesidad, asi que eso intenté... alejarme, huir, como en tantas ocasiones pasadas, como tantas veces ya antes incluso a sabiendas de que lo que estaba haciendo no era lo correcto y que no arreglaría nada.
Durante unos meses ya me he encontrado metida en medio de un bloqueo artístico, y a penas hace unos cuantos días empezó a tomar más de lo que yo podía dar en el momento. Ayer escribí de nuevo, y encontré ese deseo inigualable de seguir escribiendo hasta que el momento de detenerme llegará. Quizás estos meses de alejamiento y de turbulencia emocional me ayudaron para encontrar algo de que escribir.
Acerca de los poemas, los escogí por como me sentía por el dolor matutino de todos los días, por las lágrimas y los sollozos, para ayudarme a sentir lo que por años me negué a mi misma a sentir. Hoy siento que he despertado de un sueño largo y profundo y aunque aquí el diá está gris, mi alma ya no lo está, por hoy sólo eso es suficiente.
Tantas cosas pasan en la vida sobre las que no se tiene control, sobre las que la psique pierde su raciocinio, tantas cosas en la vida que hacen que lo único que se quiera hacer es dar un paso hacia atrás y alejarse del desastre a punto de suceder. Y hay veces que alejarse no es una opción, es una necesidad, asi que eso intenté... alejarme, huir, como en tantas ocasiones pasadas, como tantas veces ya antes incluso a sabiendas de que lo que estaba haciendo no era lo correcto y que no arreglaría nada.
Durante unos meses ya me he encontrado metida en medio de un bloqueo artístico, y a penas hace unos cuantos días empezó a tomar más de lo que yo podía dar en el momento. Ayer escribí de nuevo, y encontré ese deseo inigualable de seguir escribiendo hasta que el momento de detenerme llegará. Quizás estos meses de alejamiento y de turbulencia emocional me ayudaron para encontrar algo de que escribir.
Acerca de los poemas, los escogí por como me sentía por el dolor matutino de todos los días, por las lágrimas y los sollozos, para ayudarme a sentir lo que por años me negué a mi misma a sentir. Hoy siento que he despertado de un sueño largo y profundo y aunque aquí el diá está gris, mi alma ya no lo está, por hoy sólo eso es suficiente.
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