sábado, 25 de septiembre de 2010

Soneto XIII

Soneto XIII
de Garcilaso de la Vega

A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu’el oro escurecían;

de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

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Amor roto, amor perdido, amor transformador. Tengo que escribir un ensayo acerca de este soneto y de su filosofía amorosa. No sé qué hacer. No sé yo de estas cosas.

1 comentario:

ChatNoir dijo...

A veces el amor no sólo no basta. Amar demasiado incluso puede destruirlo todo.

Suerte con tu ensayo.
Xoxo