de Garcilaso de la Vega
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu’el oro escurecían;
     de áspera corteza     se cubrían
   los tiernos miembros que aun bullendo ’staban;
   los blancos pies en tierra se hincaban
   y en torcidas raíces se volvían.
     Aquel que fue la     causa de tal daño,
   a fuerza de llorar, crecer hacía
   este árbol, que con lágrimas regaba.
     ¡Oh miserable     estado, oh mal tamaño,
   que con llorarla crezca cada día
   la causa y la razón por que lloraba!
-------------------------------------------
Amor roto, amor perdido, amor transformador. Tengo que escribir un ensayo acerca de este soneto y de su filosofía amorosa. No sé qué hacer. No sé yo de estas cosas.
 
1 comentario:
A veces el amor no sólo no basta. Amar demasiado incluso puede destruirlo todo.
Suerte con tu ensayo.
Xoxo
Publicar un comentario